Las situaciones conflictivas en nuestra vida

Muchas veces nos encontramos con situaciones conflictivas en nuestra vida.  Conflictivas quizás por lo inesperado de la situación, o por que nos sorprende desagradablemente, haciéndonos perder el control, o haciéndonos sentir inestables o como si no tuviésemos las herramientas necesarias para afrontarlo.

Normalmente percibimos las situaciones conflictivas como algo que está mal en nuestra vida, y esto es claro por que de alguna manera mueven el piso, o por que no sabemos como actuar o como enfrentar las cosas. Pero más allá de esto, si podemos ver la otra cara de la moneda, estas situaciones conflictivas no son tan malas como parecen,  son ellas las que nos permiten un cambio, buscar estrategias o alternativas nuevas e incluso superarnos a nosotros mismos.

Es cierto que  la estabilidad, la tranquilidad y la rutina nos hacen sentir bien, sabemos a que atenernos y a que enfrentarnos, sentimos nuestro piso seguro, pero… cuando estamos “tan conformes” con aquello que tenemos y que nos rodea, no buscamos el cambio ni progresar.

No quiere decir que esta situación sea mala, o que estar conforme con mi ritmo de vida, o mi estatus, o mis relaciones o mi trabajo sea malo, sino que quiero hacer énfasis en lo importante  que es precisamente ese conflicto en nuestra vida.

Ciertamente cuando aquellas cosas que vivimos como “desagradables” o como que no contábamos con ellas, nos sacan de nuestro curso, nos decepcionan, y en algunas ocasiones nos llenan de ira, de rabia, de enojo, de inconformidad y de malestar, lo cual puede causarnos angustia, estrés o malos ratos con nosotros mismos y con los demás.

Pero….¿cómo puedo enfrentar estos conflictos?

Es necesario no tratar de negar aquello que sentimos, muy por el contrario la idea sería poder “validar” o aceptar que la situación me causa ira, o enojo, o decepción o cualquier otro sentimiento relacionado. Somos seres humanos y hasta nuestras decisiones más racionales están llenas de sentimientos y de emociones. Cuando tratamos de negar aquello que sentimos, o cuando tratamos de cortar nuestros sentimientos o de hacerles “cirugía”,  ellos vuelven con una mayor fuerza.  Nos sentiremos mucho mejor cuando en vez de peleamos con nuestros sentimientos o con la situación, seamos capaces de reconocer y aceptar aquello que sentimos.

Partiendo de allí Debemos evitar juicios de valor donde nos juzgamos a nosotros duramente y donde nos decimos

“Siempre me suceden estas cosas a mi”

“Siempre atraigo cosas malas hacia mi”

“por que a mi”

Es necesario que tengamos en cuenta que a todas las personas nos ocurren cosas que consideramos positivas así como aquellas que consideramos como negativas, y esto es propio de nuestra condición de seres humanos y del paso por nuestra vida.

Lo que nos hace daño no es la situación en sí , sino  nuestros propios comentarios y juicios acerca de lo que nos pasa o nos deja de pasar, como por ejemplo:

“no soy bueno, para esto”

“mi trabajo no vale”

“no soy capaz”

“no puedo con esto”

¿Que hacer? ¿Cómo enfrentarlo?

Todos estos comentarios golpean nuestra autoestima, y no nos permiten tomar una posición activa y positiva, ni tampoco superar las situaciones conflictivas.

El estado inicial donde me siento paralizado, desmotivado, o decepcionado y deprimido es válido como tal, pero no puedo quedarme allí,  no se trata de que la situación sea la que me domine, ni que tome el control. Muy por el contrario se trata de poder tomar algo de distancia, de no hacerme “uno” con la situación, sino tratar de separarme de ella, tratar de ver que recursos tengo para enfrentarla, que alternativas tengo para solucionarlo, o si debo buscar recursos o las personas necesarias para que me ayuden a encontrar nuevas alternativas ante el conflicto.

¿Han habido circunstancias anteriores en que has logrado solucionar algún conflicto en tu vida?

Estoy segura que si.

¿Has tenido las habilidades y capacidades necesarias para solucionarlo?

Seguro que si

Lo que pasa es que cuando las cosas no nos salen como quisiésemos, siempre tendemos a reprendernos y a tratarnos duramente por ello. A veces juzgamos el éxito de los demás y el fracaso nuestro, como si aquellas personas que triunfan no tuviesen dificultades o no tuvieran conflictos que solucionar

Seguro que sí los tienen, pero su actitud ante ellos, es de superar los nuevos retos que les da la vida,  toman las circunstancias que hay y  tratan de buscar la mejor manera de solucionarlo y de enfrentarlo, y esto es válido en cualquier área de nuestra vida.

El conflicto, o las situaciones conflictivas son motor de cambio,  de progreso personal, pero indiscutiblemente eso solo depende de mi actitud, y de poder subir la autoestima

Problemas y dificultades tenemos todos los seres humanos, pero visión de éxito y de prosperidad solo la tienen aquellos que pueden enfrentar cada situación en su vida como una oportunidad para aprender acerca de si mismo y acerca de aquello que nos rodea.

¿Que opinas tu?

 

Share

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Your Bag
Shop cart Your Bag is Empty