¿Qué Tiene Que Ver La Desesperanza Aprendida Con La Frustración y Con Nuestras Creencias Negativas?
¿puede limitarnos y cerrarnos posibilidades y oportunidades?
Para ilustrarlo quiero contarte de un experimento que hicieron con un pez que se alimenta de peces más pequeños. 
El experimento consistía en dejar el pez aislado de su alimento. Para lo cual pusieron a los peces más pequeños en un frasco de vidrio dentro del estanque donde se encontraba.
Nuestro amigo el pez intentaba infructuosamente llegar a su alimento, pero cada vez que lo hacía recibía un golpe con el frasco de vidrio donde se encontraban los pececillos.
Hasta que simplemente se cansó de intentarlo y de luchar para conseguirlo. Es entonces cuando los investigadores deciden retirar los peces del frasco de cristal y ponerlos a su alcance para que pueda comerlos.
Los pequeños peces comenzaron a nadar al lado de nuestro amigo, pero este ya no intentaba comérselos. Podría haber abierto su boca o hacer un pequeño esfuerzo, y sin embargo ni siquiera lo intentó porque su frustración lo llevó a convencerse a sí mismo que no lo lograría, que no sería capaz o que no podría.
Su convicción llegó a ser tan fuerte que su cerebro arraigó dicha creencia.
En otras palabras nuestro pez pasa por una situación de falta de motivación, de esperanza y de imposibilidad para resolver su problema, es lo que se conoce con el nombre de desesperanza aprendida.
El ejemplo resulta muy gráfico y muy sencillo de entender, lo triste de todo esto es que muchas veces no nos damos cuenta que como el pez, estamos sometidos a nuestro propio nivel de creencias, a un conjunto de experiencias negativas y frustrantes que nos desaniman, que limitan nuestras posibilidades y que poco a poco a poco nos coartan y no nos permite poner en funcionamiento todas y cada una de nuestras cualidades y capacidades.
Puede ocurrirnos en todas y cada una de las áreas de nuestra vida, generándonos un sentimiento de insatisfacción y de falta de logro de nuestros propósitos por que simplemente “nos hemos creído el cuento de que no somos capaces”. Y no nos faltan evidencias que nos demuestran que estamos en lo cierto.
Cuando el alimento está nuevamente cerca el pez no se “conecta” con la cantidad de veces con las que si obtuvo el alimento, o con las que si lo logró sino con aquellas últimas donde no lo hizo.
¿Cuantas veces en nuestra vida estamos conectados con nuestros “no puedo”, con nuestras dificultades y con nuestro propio sistema de creencias?
¿Cuantas veces la desesperanza, la falta de motivación, la frustración, la falta de creer en nosotros mismos, en nuestros recursos y capacidades es lo que mueve nuestra vida?
¿Que lograrías si pudieras conectarte con el máximo de posibilidades y potencialidades?
No importa cuantas veces en nuestra historia no lo hemos logrado, o no lo hemos conseguido, eso solo significa que en esas oportunidades no lo hicimos, pero siempre podremos intentar nuevas cosas, buscar nuevas alternativas, conectarnos con nuestros recursos y capacidades, enfocarnos en lo que deseamos, creer en nosotros mismos y lograr nuestros objetivos.
Nuestra actitud ante las situaciones hace indudablemente la diferencia.
Producto Recomendado
Libérate de tus creencias negativas
Follow
